Kiara y su hermano, Marcus, a duras penas subsisten en un complejo de apartamentos de East Oakland. Ambos han abandonado el instituto, ya que su familia está rota por la muerte y la prisión.

Pero mientras Marcus se aferra a su sueño de convertirse en una estrella del rap, Kiara busca trabajo para pagar el alquiler (que ha aumentado más del doble) y para mantener protegido y alimentado al niño de nueve años de al lado, que ha sido abandonado por su madre. Una noche, lo que comienza como un malentendido con un extraño en estado de embriaguez se convierte en el trabajo que Kiara nunca imaginó ejercer, pero que ahora necesita con desesperación: la prostitución. Su mundo se transforma aún más cuando su nombre aparece en una investigación que la expone como la principal testigo en un escándalo masivo dentro del Departamento de Policía de Oakland.

Una novela de una belleza natural, una intensidad electrizante y una vulnerabilidad penetrante que marca la impresionante llegada de una voz diferente a cualquier otra que hayamos leído antes.